"Because at the end of the way you will find a light, the kind of light that never lies, the kind of truth that you will never find in another world. Feel free and write."

martes, 28 de enero de 2014

Déjame sentir tu beso nuevamente,
Apriétame fuerte para volver contigo a casa;
Mírame, toma mi mano,

Deja que el mundo desate el nudo de nuestros años.-

28 de enero de 2014

sábado, 10 de marzo de 2012

Sueño de nada


Son las dos de la mañana y mi mente cruza abismos a pasos agigantados, me siento débil, mi corazón se parte cada vez en dos, rápidamente desaparezco de esta realidad que aparenta ser real. Pues muchas veces he visto caer la lluvia desde mi ventana, muchas veces he oído el ladrar de los perros, muchas veces he caminado por el mismo lugar, pero aún me pregunto por qué todo es así. Aún me pregunto por qué el corazón es tan susceptible, por qué en mí los sentimientos afloran tan fácilmente y me empujan sin cuidado. Más te miro junto con los demás, todos son iguales, cada uno de ustedes me observa fijamente, me toman de la mano y luego me sueltan; así es el mundo de los sueños. Pero ahora digo, ¿es esto un sueño? Porque cada vez que camino el Sol se esconde de mis pensamientos, me mira desde lejos, me dice que me calle por un momento… Ahora tu silencio me perturba, inquieta mi ser, aprieta mis vísceras sin pensar en mi dolor; el silencio del mundo termina de a poco con el sentir de nuestros cuerpos. Sin embargo, aún confío en la dualidad de las cosas, en aquel “tal vez” de la existencia humana, en la relatividad de nuestro pensamiento como tal; calla el mundo al verte pensar. Luego me siento en el regazo de nuestros padres, ambos iguales ante el Universo, aquel que es uno y que a pesar de ser uno puede contener dos grandes verdades; es la realidad de la lógica que hasta un primate comprende si sólo se dedica a oír. Pero yo hablo y no callo y por eso te extraño, porque ahora que ya todo es confuso y que la estabilidad se ha perdido me atrevo a sentir de nuevo lo que había dejado en el olvido; violentas tormentas que alguna vez dejaron de estar presentes con el pasar del tiempo. Finalmente, caen las lágrimas y se agotan las instancias, caminan los mendigos y se esconden las estrellas, explota el mundo pero la vida continúa, lloran los burros y las flores se marchitan; vida, tú que me contradices cada día. Aún así miro la noche, que pacíficamente me recuerda el miedo de esta rutina, pero que a la vez, al nublar mi vista, me ayuda a imaginarte detalladamente y pensarte con el eterno cariño de esta alma, alma mía.
            
Cristóbal
11/03/12

sábado, 25 de febrero de 2012

It's in the rain - Enya



El lago de los deseos


Corro entre arbustos espinosos, me tropiezo y sigo corriendo, piso un charco de agua que me muestra la verdad de la vida, sigo corriendo. De repente me detengo y miro a esta gran divinidad, la luna. La veo más grande, más robusta, siento que me regaña y que me empuja en un abismo eterno, pero me agarro de una rama. Llego arriba, me arrastro entre cien pies que me llevan a una pocilga, lucho con mis garras, aquellas que han salido por gracia de mis entrañas. Me paro y sigo corriendo, ahora la velocidad se ha triplicado, siento que algo me llama al lago de los deseos. Ahí te veo y con miedo a nuestro primer encuentro me convierto en agua, para recorrerte lentamente y conocerte. Te miras en mi reflejo, lloras porque aún no llego, tal vez me diste miedo; ahora siento que la luna me ilumina, mejor me transformo en otro ser.
Ahora me convierto en roca, aquella dura idea que nunca pudiste sacar de mis palabras y que ahora te golpea fuerte en el vientre, ya tú sabes que es parte de mi ironía. Me miras y me acaricias y a la vez te lastimas; me arrojas al fondo del lago. Más ahora necesito llegar a la superficie, así que en un pez payaso me he de convertir; me observas desde lejos mientras me acerco a la orilla. Me pierdes de vista, me quito las ropas de la mentira y vuelvo a este cuerpo humano; cuerpo con el que me has de conocer bajo los criterios de la razón por primera vez.
En este instante me detengo, pues eso sucedió en nuestro encuentro. Mis ojos brillaban por el espectro que la luna generaba en el agua, la pobre ya no me empujaba. Más tú me miras con esos ojos profundos, negros en la totalidad de la noche, intensos que atraviesan mi entrecejo. Pues ahí está la luz, aquella que compartimos desde el día que supe de tu existencia, aquella que ilumina mi camino para no errar en otros nuevos; luz que corres por mis venas, procura que esta vez no me dejes en vela. Y aún cruzamos nuestras miradas, ambas esconden algo nuevo, algo que el miedo que nos carcome lleva a las profundidades de nuestro ser, para sentirlas intensamente y guardarlas de por vida en el baúl de nuestra osadía. Te acercas, yo tiemblo, miro las estrellas, rezo para que no te asustes por mi falta de esfuerzo, más me sonríes y me derrito como el resultado del fuego que la vela prende en su cuerpo; ahora recuerdo todo y creo nunca poder olvidarlo. Mientras, el tiempo sigue detenido, pues el espíritu se manifiesta en una realidad que nunca ha obedecido las leyes de la Física, así como el corazón siempre ha obviado los consejos de la razón. Tomas mi mano, y de a poco recorres mi cuerpo, te siento cerca, te siento aquí adentro; somos uno, el neutro que multiplicará siempre la alegría en nuestras vidas.
Luego me llevas corriendo a la orilla, siento el frío de la noche hasta en mis rodillas. Me envuelves con tu manto misterioso, pues el misterio ronda en lo “desconocido”, frotas mis manos y me entregas la energía que ahora me tiene escribiendo esta agonía. Me miras fijo y en tus ojos veo la dulzura de niños que juegan a las escondidas, besas mis labios y siento como la noche de repente se convierte en día. Corremos desnudos hacia un nuevo rumbo, pues ambos estamos comenzando una nueva travesía, aquella que comenzó desde el momento en que te cruzaste en mi vida.



Cristóbal

viernes, 10 de febrero de 2012

Ensueño

            Llevo dos días caminando en círculos y cada paso, cada respiro, me muestra los espacios que he recorrido durante mi vida con nuevos detalles; aquellos detalles que siempre han estado pero que mi ceguera los ha obviado. Descanso cada cierto tiempo más aún siento que mi cuerpo camina por este sendero sin salida, miro el agua que sube desde angostos riachuelos, que en forma de lluvia me entrega la vitalidad que necesito cada día. Continúo caminando, pero mis pies ya cansados se detienen en una realidad incierta, aquella que no puedo divisar por mis apresurados pasos. Y de esta manera es como recorro mi existencia, con la monotonía de la alegría que en las mismas fuentes busca el agua para mantenerse viva; cuando se acaba ya la desdicha atormenta sus mentiras. Miro el reloj y parece estar parado o tal vez son mis ojos, que de tanto tiempo sin dormir han aprendido a quedarse quietos. Ya lágrimas no caen, ni el brillo en ellos espero, sólo anhelo que se acabe este tormento. Aún así, mi sonrisa delata la dualidad de mis pensamientos, el contraste entre mis personalidades que al son de la música buscan el mejor atuendo, se visten, y apuestan en contra de mis sentimientos. Mientras tanto yo me acurruco en un rincón iluminado, pues temo al fantasma de mi pasado, que en la oscuridad ya he dejado. Luego me miro en este espejo que de mis manos no despego, pues con él recuerdo que gracias a mi este viaje no termina, que no hay nadie más en esta vida aparte de mi con la respuesta a mi propia alegría.

viernes, 20 de enero de 2012

Desquite sobre desquite.


Con este nudo en la garganta comienzo a escribir aquello que no en mi realidad interior, pero si en mis pensamientos se desmaraña, aquello insólito que jamás transcribiré con mi voz; palabras que han de quedar en letras enmarcadas. Sufro por esto aunque aún siento mi respirar, pausado con el tiempo y silencioso como el mal, te miro a los ojos y aún no lo creo, que tonto he yo de ser. No te he dado las razones para poder celarte, no te he mirado a los ojos para poder decirte que cada paso tuyo, cada latido, es parte de este calmado semblante. Mis manos sienten tu calor, más tú cada vez te alejas; senderos íntimos recorren nuestras emociones, aquellas turbadas por el error de nuestra necedad. Más ahora rompes mi alma, aquella que no es de plastilina, porque ser humano he de ser en esta vida. De pronto nos miramos por unos segundos y ya no tienes ojos, son de otro inhumano que en sus juegos te ha apostado. Corremos y corremos, pues todo esto es un sueño; mi mano aún comprometida no puede virar en la esquina. Pues creo que en mal tiempo te conocí, ente de mi agonía, con mala cara te recibí, pues mi cuerpo no me pertenecía; más ahora me lamento, con esta piedra en el pecho, por el apuro de mis descontentos, lo apresurado de mi comportamiento. Sin embargo, miro este cielo estrellado que ojos de serpiente cobija debajo de su ceño, se ríe de mi locura, de mi caminar pausado y atareado, se ríe de los enamorados, se ríe de los ciegos que miran por los oídos, pobres endemoniados. Y a presión de un término escribo rápidamente esta memoria, que por más que la evito y la cobijo entre otros ojos plebeyos, escurren por los caudales de la mentira hacía ti, ser inhóspito, que me haces decir la verdad con gestos imprecisos…Pues tonto he sido, me lamento por lo nunca antes dicho.

martes, 10 de enero de 2012

Te recuerdo, en esto.


Callado me encuentro
corazón siniestro,
rompe mis arterias y
presiona mis entrañas.

La vida te ha deparado un destino inesperado,
mientras que mis ojos grises se han tornado
como el día que opaca nuestros pensamientos;
corren y corren como el viento.

Extiendo mis brazos y a nadie engaño,
muevo mis dedos y ya el tacto he perdido,
más aún lloro lágrimas hurtadas;
rompe a pedazos esta hermosa carnada.

Más ahora nada vive es esta inhóspita alma
que grita de celos al mirar dos mil destellos
con luces intimidadoras que ciegan mi seño;
mis ojos caen por esteros inciertos.

Y al llegar la mañana pienso en el nuevo día,
aquel que de a poco se llena de armonía,
evitando esta pesadilla que por más que escondo
es parte de mi usual agonía.